martes, 18 de enero de 2011

En busca del sentido.

>> Hay momentos en la vida en los que nada parece tener sentido.

Momentos en los que estás pletórico y unas meras palabras

pueden hundirte en el más profundo de los océanos.

Palabras que hacen mella en ti, que no las puedes olvidar

y que duelen.


Momentos en los que lo ves todo negro y una mera sonrisa

es capaz de iluminar tu espíritu y llenarlo con su luz.

También sencillas palabras que te hacen esbozar a ti a su vez,

una leve sonrisa.

Que devuelven el brillo a tus ojos.

Ese brillo que creías perdido para siempre.

Te hinchan de orgullo, sientes que lo que estás haciendo tiene significado, tiene un sentido.

No has hecho nada en vano.

Y te alegras. Sientes como una ráfaga de energía limpia y pura recorre todo tu ser,

arrastrando consigo todo rastro de oscuridad y tristeza.


Y das gracias. Gracias porque la vida está llena de sorpresas.

Y a veces llegan cuando menos te las esperas. Para bien o para mal.

Porque no todo puede ser bueno o malo. A veces el gris no es tan malo.


Alguien dijo una vez:
'Come algo amargo al día para no olvidar el sabor que tiene'.













>> Porque hay veces que no encontramos sentido a nada cuando es él el que, tranquilo,
está esperando a que le encontremos.

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