viernes, 18 de junio de 2010

Los rayos del Sol, los reflejos del Agua.



>> Era una puesta de sol preciosa.Hacía algo fresco para ser Abril, pero eso daba igual.
El mar estaba increíble. Los rojizos rayos de despedida del sol se reflejaban en él, como queriendo dejar constancia de su presencia, a pesar de su marcha.
Iba descendiendo, se iba ocultando tras la ciudad de Santander, dejando atrás un espléndido día.
Según el movimiento oscilante de las olas, avanzaban, retrocedían y volvían a avanzar, su colorido cambiaba. Desde un profundo azul, reflejo del cielo, hasta un rojo-naranja intenso, fuego procedente de Helios, que emitía en su adiós.
Un adiós que no sería para siempre, pero que ponía en evidencia la magnificiencia
del astro rey.






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