Pero toda orgullosa.
Observando la vida. Captando algunos pedacitos de ella. Yendo más allá de la imagen. Más allá de la realidad.
martes, 29 de junio de 2010
lunes, 28 de junio de 2010
Microecosistema
Algas y más algas.
Playa de Ladeira.
Otra playa paradisiaca.
Una maravilla.
Algo irreal.
Preciosa.
Con un Sol brillando con fuerza,
los mejillones en las rocas,
las propias rocas...
Y sin olvidar las tonalidades del mar.
Desde un azul aguamarina,mezcla de un verde muy, muy claro
y un azul turquesa muy pálido,
hasta un verde esmeralda
y un profundo azul marino.
Una maravilla,
para quien sepa apreciarla.
No hay palabras que puedan expresar la belleza de una imagen.







Una maravilla.
Algo irreal.
Preciosa.
Con un Sol brillando con fuerza,
los mejillones en las rocas,
las propias rocas...
Y sin olvidar las tonalidades del mar.
Desde un azul aguamarina,mezcla de un verde muy, muy claro
y un azul turquesa muy pálido,
hasta un verde esmeralda
y un profundo azul marino.
Una maravilla,
para quien sepa apreciarla.
No hay palabras que puedan expresar la belleza de una imagen.

De vuelta al paraíso.
Otra vez.
He tenido la suerte de poder volver a un sitio mágico.
Un lugar que tiene un encanto propio,
un algo especial.
Corrubedo, un pueblecito gallego,
allá por un cabo de La Coruña,
lejos de la mano del hombre...
aunque cada vez es menos natural.
Cada vez construyen más y más,
sin tregua,
y no tienen en cuenta,
ni por un momento,
la Naturaleza,
la flora y fauna de allí.
Tampoco a los del propio pueblo,
que llevan allí toda la vida.
Plantan apartamentos y apartamentos por doquier,
donde sea, unos delante de otro en busca de la mejor vista,
y llevándose por delante
lo que haga falta con tal de conseguir su objetivo.
A pesar de todo, el pueblo es maravilloso.
¿O debería decir toda esa zona?
Quizás sería lo más correcto,
pues por todos lados hay playas maravillosas,
paisajes increíbles.
Todo un lujo.
Al menos así me lo parece a mí.
Tras tres días disfrutando de
todo lo que la Naturaleza me ofrecía,
el resultado es el siguiente.
( Son las fotos de arriba)
He tenido la suerte de poder volver a un sitio mágico.
Un lugar que tiene un encanto propio,
un algo especial.
Corrubedo, un pueblecito gallego,
allá por un cabo de La Coruña,
lejos de la mano del hombre...
aunque cada vez es menos natural.
Cada vez construyen más y más,
sin tregua,
y no tienen en cuenta,
ni por un momento,
la Naturaleza,
la flora y fauna de allí.
Tampoco a los del propio pueblo,
que llevan allí toda la vida.
Plantan apartamentos y apartamentos por doquier,
donde sea, unos delante de otro en busca de la mejor vista,
y llevándose por delante
lo que haga falta con tal de conseguir su objetivo.
A pesar de todo, el pueblo es maravilloso.
¿O debería decir toda esa zona?
Quizás sería lo más correcto,
pues por todos lados hay playas maravillosas,
paisajes increíbles.
Todo un lujo.
Al menos así me lo parece a mí.
Tras tres días disfrutando de
todo lo que la Naturaleza me ofrecía,
el resultado es el siguiente.
( Son las fotos de arriba)
viernes, 18 de junio de 2010
Los rayos del Sol, los reflejos del Agua.
>> Era una puesta de sol preciosa.Hacía algo fresco para ser Abril, pero eso daba igual.
El mar estaba increíble. Los rojizos rayos de despedida del sol se reflejaban en él, como queriendo dejar constancia de su presencia, a pesar de su marcha.
Iba descendiendo, se iba ocultando tras la ciudad de Santander, dejando atrás un espléndido día.
Según el movimiento oscilante de las olas, avanzaban, retrocedían y volvían a avanzar, su colorido cambiaba. Desde un profundo azul, reflejo del cielo, hasta un rojo-naranja intenso, fuego procedente de Helios, que emitía en su adiós.
Un adiós que no sería para siempre, pero que ponía en evidencia la magnificiencia
del astro rey.
miércoles, 16 de junio de 2010
domingo, 6 de junio de 2010
viernes, 4 de junio de 2010
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